CLÍNICA PALOMERA
Clínica Palomera es el proyecto que pone en marcha Alberto Palomera Pérez, un joven fisioterapeuta torrelaveguense, que tras varios años de formación en Madrid regresa a su tierra natal para poner en funcionamiento su propia clínica. El reto ha consistido en reformar un degradado local situado en el límite entre el centro de la ciudad y el barrio de la Inmobiliaria, junto a la Iglesia de la Asunción, para darle un aspecto contemporáneo que acompañe a Alberto en su nueva andadura.
La fachada del local hace esquina y estaba retranqueada con respecto a la alineación oficial. La cota de suelo terminado se encuentra elevada respecto a la rasante de la acera, mediante un zócalo corrido a lo largo de toda la fachada que forma un saliente que mantiene la alineación. La planta primera de la edificación recupera este plano de alineación, del que le salen unos cuerpos volados a modo de galerías. La fachada queda pues retranqueada respecto al plano de alineación y está estructurada en un ritmo de pilastras circulares entre las que aparecen huecos de ventanales fijos.
Las obras han consistido en el revestimiento de toda la fachada recuperando el plano de alineación de manera que se pasara por delante de las pilastras generando un único plano de fachada. Se han respetado los huecos existentes enfatizando su presencia mediante la ejecución de embocaduras mediante pletinas metálicas. El revestimiento de la fachada se realiza mediante una subestructura que permite la sujeción de perfiles metálicos cuadrados de 30 mm. a modo de lamas verticales separados aproximadamente la misma medida. La fachada se presenta así como una celosía que permite ocultar instalaciones permitiendo su ventilación.
La fachada del local hace esquina y estaba retranqueada con respecto a la alineación oficial. La cota de suelo terminado se encuentra elevada respecto a la rasante de la acera, mediante un zócalo corrido a lo largo de toda la fachada que forma un saliente que mantiene la alineación. La planta primera de la edificación recupera este plano de alineación, del que le salen unos cuerpos volados a modo de galerías. La fachada queda pues retranqueada respecto al plano de alineación y está estructurada en un ritmo de pilastras circulares entre las que aparecen huecos de ventanales fijos.
Las obras han consistido en el revestimiento de toda la fachada recuperando el plano de alineación de manera que se pasara por delante de las pilastras generando un único plano de fachada. Se han respetado los huecos existentes enfatizando su presencia mediante la ejecución de embocaduras mediante pletinas metálicas. El revestimiento de la fachada se realiza mediante una subestructura que permite la sujeción de perfiles metálicos cuadrados de 30 mm. a modo de lamas verticales separados aproximadamente la misma medida. La fachada se presenta así como una celosía que permite ocultar instalaciones permitiendo su ventilación.
